lunes, 10 de agosto de 2009

SATORILAB EN TUCUMAN

En el Centro Cultural Virla , se monto la muestra de diseño "Amor Líquido". La exposición incluye piezas elaboradas en el taller que dictaron la periodista especializada Luján Cambariere y el diseñador Alejandro Sarmiento.


Amor Liquido es el titulo del taller y trata sobre la fragilidad de los vínculos o el amor descartable", en referencia al libro del pensador polaco Zygmunt Bauman, que sostiene que esta es una época de lazos frágiles, en un mundo en el que muchos ciudadanos son considerados residuos. Cambariere, una periodista que coordina el suplemento de Diseño del diario "Página 12", y Sarmiento, un diseñador industrial con vasta trayectoria independiente, se asociaron cuando vieron que compartían ideas y miradas acerca de un tiempo - el Presente - en el que, afirman, los cambios tecnológicos y el consumismo exacerban tanto las relaciones efímeras como una emisión de residuos sin parangones en la historia de la Humanidad.










BUSQUEDAS - DISEÑO EXPERIMENTAL
En "Amor líquido", 40 jóvenes reflexionan sobre los riesgos de una cultura del descarte

Miércoles 5 de Agosto de 2009 Se verá mañana el resultado del taller que conducen Alejandro Sarmiento y Luján Cambariére.
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ampliar foto CIRUJEANDO. Los talleristas, en el Virla, en pleno descubrimiento del material con el que montan la instalación. LA GACETA / INES QUINTEROS ORIOVideos
El subsuelo del Virla parece por estos días un bazar de tentaciones para consumidores insaciables. Dispersos en el suelo, alrededor de 40 jóvenes (estudiantes de Artes y de carreras de Diseño) revuelven con espíritu cartonero entre decenas de cajas de las que se escapan pomos y potes de vidrio, de plástico, de hojalata, dentro de los cuales se adivinan aceites, cremas, geles, emulsiones, de las más diversas formas, texturas y colores. Ninguno de esos productos está vencido, según se indica en cada frasco. Sin embargo, ese inmenso bazar sensorial es material de descarte de una famosa línea de cosméticos de origen brasileño que apoya la experiencia de diseño experimental que vienen desarrollando en distintos países y ciudades los diseñadores Luján Cambariére y Alejandro Sarmiento.El objetivo del laboratorio es que los jóvenes reutilicen ese material descartable en una instalación. Así, en un rincón, el estudiante de Artes Juan Oliva manipula dos tarros de hojalata que alguna vez contuvieron un desodorante para hombres y se aventura a diseñar, uniéndolos por un cable, un intercomunicador como los que se usaban hace medio siglo. Un poco mas allá, los estudiantes de diseño de interiores Paula Mostajo y Carlos Ramírez reflexionan sobre la experiencia mientras hurgan la caja que les ha tocado en suerte."Por un lado, todo es tentador. Te querés llevar todo, los productos no están vencidos. Sin embargo, para la empresa ya son material descartable. Es lo que pasa con internet: de un plumazo pasamos de ser "amigos" a desconocernos", observó Paola. El resultado de este taller podrá verse desde mañana, a las 20.30, en el Virla, cuando se inaugure la muestra. A la experiencia, la dupla Cambariére- Sarmiento-la llamó "Amor líquido, sobre la fragilidad de los vínculos o el amor descartable", en referencia al libro del pensador polaco Zygmunt Bauman, que sostiene que esta es una época de lazos frágiles, en un mundo en el que muchos ciudadanos son considerados residuos. Cambariere, una periodista que coordina el suplemento de Diseño del diario "Página 12", y Sarmiento, un diseñador industrial con vasta trayectoria independiente, se asociaron cuando vieron que compartían ideas y miradas acerca de un tiempo - el Presente - en el que, afirman, los cambios tecnológicos y el consumismo exacerban tanto las relaciones efímeras como una emisión de residuos sin parangones en la historia de la Humanidad."Vimos que Bauman les ponía mayor claridad a cosas que nosotros percibíamos. Entonces, decidimos poner en acto ese concepto de la descartabilidad humana, tan vinculado a la tecnología", dijo Sarmiento a LA GACETA. "También trabajamos con valores esenciales de la vida. Reflexionamos acerca de cómo nos afecta esto de que te "deleteen" ("borrar", en la jerga informática), del "contacto" (en redes sociales); y a partir de ese disparador, ver cómo eso puede derivar en una instalación, usando material de "descarte" que nos provee una empresa de cosméticos", añadió Cambarière."Pero hay un segundo eje que nos interesa trabajar: la reflexión acerca del Diseño como disciplina. Que se piense que cuando se está diseñando, por lo general se está diseñando un envase. Entonces,es importante que se pregunten qué destino final tendrá ese envase. Es lo que yo llamo obsolescencia programada. Es responsabilidad de los diseñadores hacerse este planteo", concluyó Sarmiento.